El verano pasado...

Nenas paseando por la playa
El verano pasado vivíamos en una casa en la playa. Tenía un porche y un patio donde reinaba una inmensa buganvilla.

Por aquellos días mi vida se derrumbaba. Yo intentaba consolar mi alma con el Último de la Fila y hacía lo único que podía hacer: jugar con las niñas y que su mundo siguiera lleno de meriendas divertidas, castillos de arena, cartulinas de colores, descubrimientos sorprendentes y rotuladores de purpurina.





Fotos del verano pasado

Muchos días fuimos a la playa. Otros nos quedamos en casa. Con un mantel de plástico viejo y una grapadora les hice delantales para preservar la ropa de las manchas de pintura y rotulador (tengo que buscarlos o hacer otros que ya he perdido tres camisetas).

Un día hicimos una cometa, pero tuvimos que esperar varios días al viento para poder volarla. Otro pintamos conchas recogidas en la playa con témperas y purpurina y las colgamos en la pared.

En el porche anidó una pareja de golondrinas y tuvieron 3 pollitos. En la buganvilla también vivía un apareja de mirlos. Les hice cientos de fotos. También construimos casitas de hadas y las colgamos por las ventanas. Sara disfrutó con la pintura de dedos comestible, hecha con leche condensada y colorante y Sabina diseñó su parche pirata (rosa y con forma de corazón) y el de su amigo Juan.

Viendo las fotos espero que ellas conserven en su memoria una época de recuerdos felices, sin la sombra de la nube negra que había sobre nosotras.


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