La nieve venía y se iba pronto sin que pudiéramos ir a verla así que cuadramos calendarios y pusimos fecha a primeros de marzo.
En el viaje de ida (2 horas y media) hicimos una parada técnica de desayuno para la tribu. Compartimos la inmensa área de servicio con un autobús del IMSERSO, un batallón de infantería de Regulares de Ceuta (con sus vehículos acorazados y todo) y un equipo de futbol. TODOS miraban a la mesa donde tres adultos intentábamos dar de desayunar a 5 niñas casualmente vestidas todas de rosa...
Al parecer medio mundo había tenido la misma idea que nosotros de pasar ese fantástico sábado en la nieve. Subimos y subimos por una carretera con los arcenes llenos de coches y las cunetas de gente y tras muuuuuuuucho rato encontramos hueco. Nuestro magnifico día en la nieve transcurriría en una cuneta ancha...
Llevábamos un montón de comida en forma de bocadillos y chucherías de todo tipo y una tonelada de ropa para cambiarnos todos. Tuvimos guerra de bolas, nos tiramos en trineo, las nenas se mojaron y sufrieron los pertinentes resbalones. Las mayores hicieron dos muñecos de nieve "Nevada" y "Nevada2"...
Cuando se (nos) cansaron fuimos a dar una vuelta por Pradollano a tomarnos un chocolate antes de emprender el regreso. Impresionante el ambiente...
Conclusiones:
- a las nenas pequeñas no les gusta la nieve, no se sienten seguras
- lo mas importante son los pantalones impermeables y las botas (nosotros salimos al paso con las de agua). Sara intentaba quitárselos continuamente... Además de los guantes para poder tocar la nieve...
- llevamos mucha ropa de repuesto y de abrigo, lo que garantizaba que volvíamos secos y/o casi seguro que no nos iba a hacer falta...
- los vendedores ambulantes tienen gafas, guantes, trineos y cualquier cosa que se te ocurra
- todo es caro
- pero el paisaje es espectacular...
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