Autocoaching para una madre single

Yo no decidí ser madre single. Lo decidió unilateralmente la otra parte que un día se fue.

Al principio el suelo se hundió. Pero tenía dos niñas pequeñas que tenían que comer, vestirse, ir al cole, bañarse o jugar... y al final las rutinas se impusieron... y me salvaron. Ahora vivimos en un nuevo hogar, rodeadas de la familia y de muchos amigos, nuevos y viejos.

Cosas que tuve que decirme - autocoaching:

Revisión semestral de los Propósitos de Año Nuevo

Como mandan las normas (quienes me conocen saben a cuales me refiero) es necesario realizar una revisión periódica de los objetivos propuestos. Creo que mitad de año es un buen momento para volver atrás la mirada y enfrentarse a los Propósitos de año nuevo de enero y a aquello que dijimos que íbamos a conseguir.

Ahí van:
- perder "x" kilos (los que ya me sobraban más los añadidos en las fiestas) -

San Valentín y los singles

Ahora también lo llaman el día de la amistad, en clara referencia, supongo, al día de la salud (ese en el que NO nos toca la lotería de Navidad).

No solía celebrar San Valentín, nos (me?) parecía una fiesta comercial. Ahora me pregunto si a lo mejor necesitamos los "días de" (de los enamorados, de la madre, del medio ambiente, del orgullo friki...) como un recordatorio anual de las cosas a las que tenemos que prestar atención de vez en cuando, darle la importancia debida y que no las arrastren de nuestra cabeza las rutinas y las preocupaciones...

Propósitos de año nuevo

Como manda la tradición, todo principio de año lleva implícita una revisión vital y los consecuentes propósitos para mantener lo obtenido y enderezar, si es posible, lo que se torció.

La costura y yo...

Ayer lo veía negro. Toda la tarde peregrinando con las nenas por tiendas varias buscando el disfraz de pastora de la peque... y no encontraba la talla. Mi última parada ya estaba prevista a una tienda de telas, ya resignada a pasar la noche peleando con la costura como aquella sufrida madre del disfraz de castor.

No se coser.

Te regalo una cabra

Todo brilla... las calles se llenan de luz y las casas de purpurina (en la mía hay por todas partes y aún no la hemos adornado). Las tiendas te reciben con una agresiva mezcla de destellos y ofertas de forma que te sientas tentada (casi obligada) a comprar, y comprar, y comprar... Y en medio de este empacho de "nuevo espíritu navideño" vuelvo a preguntarme que estamos transmitiéndoles a nuestro hijos... si realmente serán capaces de darle valor a lo importante y no tanto a lo consumible...

Date prisa, date prisa...

Lo digo constantemente. Lo digo mucho más de lo que desearía. Llevamos una vida llena de horarios y responsabilidades que desemboca en carreras al cole, al inglés e incluso al parque. En mi descargo alegaré que los horarios son los que son y que el sol se va muy pronto en esta época del año pero después de leer este artículo varias veces, he decidido cambiar la forma de hacer las cosas. Hay que pararse a mirar lo pequeño, lo sencillo, lo que sólo los niños ven claramente... Los adultos sufrimos un tipo de miopía que hace que lo esencial aparezca borroso y lo accesorio importante.

Lo que tus hijos recordarán de su infancia

En mi búsqueda de inspiración he encontrado esta historia y me ha parecido muy indicada para inaugurar las entradas de este nuevo desafío :)

Nos preocupamos mucho por cubrir las necesidades materiales de nuestros churumbeles y a veces se nos olvida que lo que más necesitan es que estemos simplemente ahí, a la hora del baño y de las cosquillas, para la merienda y los aviones de papel, para el parque y las magdalenas...

Espero que, de algún modo, todo el amor que ponemos en sacarlos adelante se materialice en una infancia llena de recuerdos felices a la que regresar cuando su alma lo precise...